Antonio Canova

Raíces

Antonio Canova nació en Possagno, cerca de Venecia, en 1757, en una familia humilde, con su padre y abuelo trabajando como talladores en piedra. Tras el fallecimiento de su padre poco después de su nacimiento, quedó al cuidado de su abuelo, quien lo introdujo al mundo del arte de la escultura. A la edad de 9 años, comenzó a crear sus primeras obras. En Venecia comenzó a estudiar el naturalismo Barroco, y con 23 años consigue una beca para trasladarse a Roma, centro cultural debido a su amplio repertorio de obras maestras.

Para asimilar con precisión las diferencias entre el Barroco y el Neoclasicismo, podemos hacer una comparación entre Bernini y Canova

A poco que consideremos ambas obras, se ven las diferencias. Las superiores son de Bernini, a diferencia de la de abajo, de Canova. El Barroco tenía un estilo mucho más recargado de adornos [siguiente ejemplo], dramatización y exuberancia de detalles. El estilo del neoclásico lucha en contra de esa excesiva carga, de allí la simplicidad y armonía.

El David tiene está tiene una expresión de esfuerzo, su rostro refleja sus sentimientos, a diferencia de Canova, que lo trasmite mediante la obra entera, con una cara sosegada.

Aquí es más notorio lo que decía de la exuberancia de detalles. Mientras el vientre de Paulina es casi liso, sin exageraciones, el cuerpo de ambos jóvenes de abajo es musculoso y definido. Volvemos a ver el característico dinamismo del Barroco, un fotograma de una película del momento exacto en el que Hades [Plutón en la mitología romana] rapta a la diosa de la primavera.

Es importante destacar el papel de las Academias de Bellas Artes en esta época, principalmente en Francia. Estas instituciones comenzaron a surgir en el siglo en el siglo XVII y desempeñaron un papel fundamental al proporcionar educación formal a los artistas y establecer estándares estéticos. El antiacademicismo se consideraba un signo de rebeldía y renovación artística, y estas academias contribuyeron al resurgimiento del neoclasicismo, un movimiento artístico que valoraba la inspiración en la antigua Grecia y Roma.

Las Academias del s XVIII tendrán un papel importante a la hora de promover el neoclasicismo y contrarrestar los excesos del Barroco. Aunque la temática mitológica ya se había introducido en la escultura en siglos anteriores, las obras de artistas como Canova eran incomparables en su ejecución y estilo. El neoclasicismo se arraigó profundamente en la cultura europea desde alrededor de 1750 hasta mediados del siglo XIX.

En las academias, se utilizaban principalmente réplicas de grandes obras como herramientas de aprendizaje. Roma era el lugar ideal para este aprendizaje debido a la gran cantidad de importaciones y exportaciones de réplicas de obras maestras que se utilizaban como modelos.

En cuanto a un análisis general de su obra, podemos remarcar que se enfoca en casi todas sus obras en motivos heroicos mitológicos. Era un perfeccionista que quería una obra interesante desde todos los puntos de vista, por lo que sus esculturas deben ser recorridas. Su cuerpo modélico era el de adolescente fornido, que claramente se contrasta con los cánones de belleza naturalistas del Barroco y el Rococó.

En las esculturas anteriores hemos podido esbozar una idea sobre lo que se buscaba, personajes divinos que parecen divinos. En el Orfeo y Eurídice de Canova se puede ver un buen ejemplo de lo que es el estandar de belleza.

Un aspecto peculiar de su estilo era la omisión del iris en los ojos de los personajes míticos en sus retratos.

Abre su propio taller (lugar de visita imprescindible en Roma), y entra en contacto con altos cargos y personajes políticos.

Una vez demostrada su maestría, todo el mundo está ansioso por conseguir una obra suya. Como ejemplo de la grandilocuencia con la que se fardaba de estas obras tenemos de ejemplo el Ritrato de Giovanni Battista [importante político y mecenas del arte]

La obra que lo impulsó a ser conocido fue la Tumba de Clemente XIV, terminada en 1787, con 740 cm de altura. Se puede ver al pontífice con el brazo levantado en gesto de advertencia. Debajo de él se encuentra la Templanza, y la otra figura, con un tono triste, se dedica a reflexionar sobre el futuro del hombre. Aquí trata de imitar la Tumba del Papa Urbano VIII de Bernini, y claramente se puede ver el contraste de estilos al reemplazar los exuberantes adornos por ropajes más simples y pegados a la piel.

A excepción de que en algunas obras viste a los personajes con ropas antiguas, se decanta por la desnudez heroica. Es muy importante decir que lo que persigue es excitar la fantasía, no engañar al ojo, de allí el mármol tan blanco y la delicadeza cristalina del pulido. El rostro desanimado es otro ejemplo.

Napoleón inicia una campaña para entrar en Italia, y finaliza en 1797. Por ello, poco después entró en contacto con Canova y su primer encargo fue un busto, con el que quedó más que satisfecho y le otorgó más libertad creativa para su siguiente encargo: una escultura a cuerpo entero como Marte pacificador. El resultado fue monumental, con 3.44 metros de altura y unas 15 toneladas de peso [5]. Sin embargo, la obra fue relegada a un rincón y posteriormente vendida al gobierno inglés. El disgusto posiblemente se debía a su desnudez y la imponente figura que lo representaba. La escultura mostraba a Napoleón sosteniendo el bastón de mando en una mano y un globo terráqueo en la otra, simbolizando su poder. Encima del globo, un ángel representaba la paz. El rostro de Napoleón era perfectamente reconocible, mientras que el tronco y las piernas reflejaban el estilo heroico característico de Canova. Otro dato curioso es que de Inglaterra pasó a Wellington, el mayor enemigo de Napoleón. La colocó al lado de unas escaleras y más tarde diría que su sueño se había cumplido: tener a su mayor enemigo encerrado, y ahora lo podría ver todos los días.

Para enfatizar, esta es una copia de la obra original. Está situada en la Pinacoteca de Brera en Milán, y el material usado fue yeso.

Finalmente, Canova experimentó con la escultura bidimensional, aunque no se centró en este tipo de obras en gran medida. Buenos ejemplos son Telémaco regresando a Ítaca o Sócrates despidiéndose de su familia.